lunes, 27 de septiembre de 2010

TRABAJO FINAL LIDER









CONDUCTAS DE UN LÍDER EN LA EMPRESA LUCHIS

la empresa luchis posee varias secciones entre las cuales están la de mantenimiento, creación, marketing, administración, psicología, bodega entre otras. La sección de creación esta conformada por ingenieros de sistemas, electrónicos diseñadores técnicos y otros empleados; en esta sección hay una persona encargada de supervisar (Líder) este se encarga de promover el cambio dentro de ella, lo concibe, lo proyecta, y se pone al frente para estimular a sus colaboradores en la dirección que su visión ha marcado. 

 Tanto el líder como los demás empleados se plantean metas en común llevando a la práctica los nuevos rumbos marcados. En este sentido, el líder percibe las nuevas tendencias, recopilan información y teniendo en cuenta las ideas de los demás, traza el nuevo rumbo hacia la competitividad. Por lo tanto en la sección de creación todas las opiniones son importantes y tomadas en cuenta a la hora llevar a cabo cualquier proyecto.
En la sección de creación se tiene en cuenta 
- No tema afrontar desafíos con los riesgos controlados que ello implique.


– Posea iniciativa y capacidad de innovar y generar ideas.
– Pueda trabajar en equipos interdisciplinarios.
– Esté actualizado en las últimas tendencias y se muestre partidario de la formación continua.  
– Reconvertir su forma de trabajar, delegando en los colaboradores la toma de decisiones, cortando cadenas burocráticas, fusionando tareas y reduciendo aquellos controles que sólo se convierten en meros costes sin ninguna aportación adicional.


– Hacer mucho más en menos tiempo; tornarse ligera, adaptativa y siempre lista a satisfacer a sus clientes.
– Orientarse a resultados y recompensar muy bien a sus colaboradores por su concreción.
– Respetar, cultivar y acrecentar su Capital Intelectual.
– Fomentar el liderazgo antes que la mera jefatura.
– Destruir todo signo de rigidez, sea en sus estructuras o en la mentalidad subyacente. 

Un Lider de nuestra empresa se caracteriza por:


* Crea oportunidades: luchar por las cosas que quiere, y sabe que del fruto de su esfuerzo y tesón surgirán logros que, tarde o temprano, se convertirán en realidad. Sabe que en el mundo hay dos tipos de personas: quienes reaccionan a los cambios (algunas veces, luego de cierto tiempo), y quienes los producen o se anticipan a ellos.




Sabe que nada es para siempre. Los conocimientos tampoco: Nada sirve para siempre, y mucho menos los conocimientos adquiridos hace décadas. Los títulos, que simbolizan niveles académicos alcanzados hace tiempo, no pueden sustituir, bajo su ala, la necesaria actualización profesional que a diario hay que llevar a cabo. Su mente, entonces, es un conjunto de piezas, todas ellas intercambiables (algunas hasta desechables o reemplazables por otras), dignas de una nueva versión de sí mismo.   

* Busca constantemente mejorar sus resultados: Quien se queja porque no obtiene mejores resultados al encarar sus asuntos, debería pensar antes en las causas que en los efectos. Si no cambian las causas, tampoco cambiarán los efectos. Si cada vez los resultados obtenidos son más pobres, uno debería reformular (total o parcialmente) la manera en que intenta producirlos. 

* Promueve y encauza los cambios en la organización: Está pendiente de los indicadores del cambio, sea porque internamente algo debe ser modificado, o porque la situación externa propicia dicho cambio. 

* Es carismático. Desarrolla la empatía: Sociable, buen comunicador y carismático, el líder se compenetra emocionalmente con los demás, adaptándose a sus interlocutores en el modo y en la forma en que prefieren ser tratados. Valora y respeta las opiniones y sentimientos ajenos, a la par de promover un diálogo abierto y sincero.   


*Construye excelentes relaciones: El liderazgo se basa en las relaciones, pero en las auténticas relaciones, que conllevan la empatía como su ingrediente fundamental. Ponerse en el lugar de los demás, comprenderlos y motivarlos, son características esenciales que todo líder debe fomentar y aplicar a diario. 

* Sabe delegar responsabilidades: Estimula el crecimiento de sus colaboradores, y cuando los ve preparados, delega funciones en ellos sin temor ni falta de confianza en las decisiones que tomen. Les ayuda en temas menores, pero hasta cierto punto, de manera que no pierdan la capacidad de volar solos.   

* Evita compararse con otros: Compararse con otros implica pensar que nuestro nivel de autoestima deriva en forma directa de la mayor o menor similitud con ciertos “estándares” establecidos. Si somos distintos, si encaramos la vida o nuestra profesión de un modo más original y creativo que lo hace el común de los mortales a nuestro alrededor, de seguro no encajaremos en el molde mayoritario. 

* Incentiva en sus colaboradores la confianza en sí mismos: Si alguien piensa que no puede lograr algo, de seguro no lo hará. Si un grupo carece de la suficiente confianza en su capacidad para alcanzar un determinado objetivo, toda formación, experiencia o destreza particular que ostente le servirá de muy poco, pues de seguro fracasará. Por ello, el líder estimula en su grupo el sentimiento de pisar firme, pero además hace partícipe a cada uno de sus miembros de la convicción de que serán ellos y sólo ellos quienes produzcan, con su trabajo cotidiano, el futuro posible.   

Crea imágenes positivas y las utiliza como inspiración: Para liderar, nada mejor que estar motivado con imágenes positivas de lo que se espera conseguir. 

* Busca administrar correctamente el tiempo laboral: El tiempo es el capital más valioso que podemos disponer. No puede regenerarse ni acumularse y, volátil como es, sólo nos permite usarlo o dejarlo escapar. Entonces, hay que usarlo provechosamente. Desde el punto de vista laboral, el tiempo es oportunidad de producir cosas. Muchas, si sabemos emplearlo; pocas, si lo dejamos correr en tareas improductivas. 
   
* Un líder puede, de hecho, liderar otras áreas: Por sus habilidades directivas, el líder puede perfectamente desempeñarse con éxito en áreas distintas a la suya. Si bien deberá aprender los pormenores de procesos y funciones que hasta ahora no conoce, su capacidad de gerenciar le brindará las herramientas esenciales para llevar adelante el nuevo sector.   

* Organiza eficientes equipos de trabajo: Instrumenta objetivos claros y expone los mecanismos de evaluación y control que se utilizarán. Compara con el grupo las desviaciones entre lo real y lo estimado, y juntos analizan e implementan las soluciones pertinentes. Hace que el trabajo sea estimulante para cada colaborador. Abre paso a toda iniciativa. Promueve el aporte de ideas que hagan crecer el proyecto manejado por el grupo. Brinda reconocimiento público a la labor, y alienta a cada integrante a que se supere, otorgándole la posibilidad de capacitarse y asumir mayores responsabilidades. A la hora de dar el ejemplo, está siempre a la cabeza.  


* Sabe destacar y recompensar los logros de sus colaboradores: Si es necesario, concibe nuevas formas para recompensar el aporte y desempeño de su grupo. No le pasa por alto que detrás de la concreción de un objetivo ambicioso hay muchas horas de sacrificio y entrega del grupo, y de ciertos miembros en particular. Por ello, y en la medida que puede, intenta que la gratificación sea significativa para el colaborador.   

* Es tolerante con los errores ajenos: Ha aprendido que lo importante es mejorar el desempeño, y que esta mejora se sustenta muchas veces en cometer errores y aprender de ellos. De hecho, da ejemplo de sus propios errores. Sabe que una crítica destructiva sólo hará que la persona tenga miedo a equivocarse, se paralice y pierda su confianza. Por ello, no critica, sino ayuda a mejorar. Estimula a todos a seguir avanzando con mejores herramientas.   

* Ayuda a que otros mejoren: La capacidad de entregar lo recibido, de compartir y generar mejores escenarios de trabajo, y por qué no, de vida en sociedad. Difunda estas reflexiones entre su grupo laboral y entre sus amigos. Analícenlas. Debatan sobre ellas. Agregue nuevas características que considere importantes. Mejore las prácticas existentes. Ayude a quienes lo rodean a mejorar, a crecer día a día. Este es, tal vez, el principio supremo: compartir lo que alguna vez se recibió.

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